martes, 4 de mayo de 2010

Noticia


Influencia del estilo de vida en la fertilidad, reproducción asistida, embarazo y salud del bebé
Domingo, 4 de Abril de 2010, Teresa Rubio Asensio

La fertilidad, el éxito en los tratamientos de reproducción asistida, las complicaciones durante el embarazo y la salud del bebé dependen del estilo de vida que se lleve.

El estilo de vida es cada vez más un factor determinante en reproducción asistida, no sólo desde el punto de vista coste-eficacia, también por el balance entre riesgos y beneficios, incluyendo los riesgos relacionados con el bienestar del futuro hijo.

Este documento se centra en el impacto de los tres factores más importantes relacionados con el modo de vida (obesidad, consumo de tabaco y consumo del alcohol) en la reproducción natural y asistida (FIV). Se discuten las implicaciones que conlleva la práctica de la reproducción asistida según los principios éticos y plantea si los tratamientos de fertilidad de las pacientes obesas, que fuman o que beben se deben realizar a condición de cambios previos en la forma de vida.

ESHRE Task Force on Ethics and Law, including, W. Dondorp, G. de Wert, G. Pennings, F. Shenfield, P. Devroey, B. Tarlatzis and P. Barri

Department of Health, Ethics and Society, Research Institutes CAPHRI and GROW, Maastricht University, Maastricht, The Netherlands

INTRODUCCIÓN

La importancia del estilo de vida y cómo puede afectar negativamente a la fertilidad es cada vez más discutido. Se resume el impacto de la obesidad, tabaco y alcohol en: la concepción natural, los resultados de FIV, las complicaciones del embarazo y la salud del futuro hijo. Se tratarán las responsabilidades de la paciente, las consecuencias de sus malos hábitos y el acceso justo a los tratamientos de fertilidad.

Obesidad, tabaco y consumo de alcohol

INFLUENCIA DE LA OBESIDAD

En la concepción natural y tratamientos de reproducción asistida:

La obesidad afecta negativamente en la concepción natural y en los tratamientos de fecundación in vitro (FIV), ya que interfiere en los mecanismos hormonales y metabólicos de la mujer, haciendo que ovule menos.

También se relaciona con el Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), una de las causas frecuentes de disfunción de la ovulación. El éxito de embarazo mediante la concepción natural puede reducirse a la mitad.

En los tratamientos de FIV, las mujeres con sobrepeso (IMC > 25) u obesas necesitan mayores dosis de gonadotropinas, tienen un 30% menos de probabilidad de embarazo y mayor tasa de abortos.

En ambos casos una pérdida de peso puede mejorar la fertilidad y las posibilidades de embarazo.

En el embarazo:

Durante el embarazo, existe un mayor riesgo de complicaciones en mujeres obesas como son preeclampsia, diabetes gestacional, trastornos hipertensivos, parto prematuro y mayor probabilidad de parto por cesárea. El riesgo depende del grado de obesidad.

En la salud del bebé:

Los niños nacidos de madres obesas tienen mayor riesgo de mortalidad perinatal, anomalías congénitas y cardiovasculares, hipertensión, intolerancia a la glucosa y desarrollo de sobrepeso.

REPERCUSIONES DEL CONSUMO DE TABACO

En la concepción natural y tratamientos de reproducción asistida:

Los resultados reproductivos dependerán de la dosis, tanto para aquellas que fuman activamente como para las fumadoras pasivas.

En concepción natural, fumar dobla el riesgo de sufrir infertilidad porque afecta directamente a la gametogénesis, incrementa el tiempo en conseguir quedarse embarazada y acelera la menopausia. En el hombre el tabaco influye en la calidad seminal y provoca daños en el ADN de los espermatozoides. La mayoría de los efectos negativos del tabaco que afectan a la reproducción se invierten después de un año sin fumar.

En reproducción asistida estas mujeres necesitan el doble de ciclos para quedar embarazadas, el efecto del tabaco es mayor en mujeres de más edad y es comparable a un aumento de la edad de la mujer en 10 años.

En el embarazo:

Fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de aborto espontáneo, complicaciones de la placenta, retraso del crecimiento fetal, parto prematuro, muerte fetal y muerte neonatal temprana.

En la salud del bebé:

Estos niños afectados por el consumo materno de tabaco pueden presentar rasgos faciales anormales, mayor riesgo de muerte súbita en la infancia, trastornos respiratorios e incluso alteraciones futuras en la calidad seminal.

Fumando 10 cigarrillos o más por día los bebés pesarán 200 gramos menos al nacer.

REPERCUSIONES DEL CONSUMO DE ALCOHOL

El alcohol es dañino para el feto y su consumo puede reducir la fertilidad. Su estudio es difícil debido a que las cantidades de alcohol son heterogéneas.

En la concepción natural y tratamientos de reproducción asistida:

El alcohol, tanto en hombres como en mujeres, afecta negativamente a la capacidad de concepción natural que se reduce hasta con una bebida por semana; ésta dependerá de la dosis consumida.

En cuanto a la fecundación in vitro, el consumo antes de algún tratamiento influye en la estimulación ovárica, afectando negativamente a la recuperación de ovocitos, y disminuye la tasa de embarazo.

En el embarazo y salud del bebé:

El consumo de alcohol afecta en todas las etapas del embarazo, aumenta el riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y defectos en el crecimiento fetal.

El tipo y la importancia de los daños dependerán del tiempo, cantidad y duración del consumo de alcohol. Un consumo de 1-2 bebidas alcohólicas por día afecta negativamente al desarrollo psicomotor del niño, con 6 o más bebidas por día se corre el riesgo de tener un hijo con Síndrome de Alcoholismo Fetal (FAS).

PRINCIPIOS ÉTICOS EN LA BÚSQUEDA DEL EMBARAZO

En medicina debe existir una relación médico-paciente de mutuo acuerdo, donde el médico debe proporcionar ayuda médica y el paciente debe proporcionar la información necesaria. En reproducción, además, se busca el nacimiento de un hijo sano de esa relación existiendo un contexto moral. Los ginecólogos tienen una doble responsabilidad: la paciente y el futuro niño.

Si pensamos en el bienestar del niño, lo moral es que el médico se niegue a prestar asistencia reproductiva si existe un riesgo grave para ese niño. La cuestión es donde trazar la línea para denegar o no el tratamiento de fertilidad y en qué medida los ginecólogos deben insistir en un cambio previo del estilo de vida de la mujer (y su pareja) para reducir riesgos reproductivos.

Los médicos no pueden ignorar que se puede obtener un mejor resultado cambiando el estilo de vida por parte de la paciente. En pacientes que no ovulan, ese cambio puede incluso restaurar la capacidad natural de reproducción y excluir las técnicas de reproducción asistida, esa información debe ser proporcionada a la paciente.

Se puede pensar que es injusto requerir un cambio en el estilo de vida cuando las parejas que pueden concebir de forma natural, pueden hacerlo sin tener que adaptar su estilo de vida. Los médicos no actúan injustamente al exigir un cambio, ya que hay pruebas suficientes de que esto mejora resultados y reduce riesgos para la mujer y el niño.

Opiniones en contra argumentan que los estilos de vida deben ser respetados como expresión de la identidad y que a veces es difícil cambiar cuando los hábitos se han hecho adicciones. Desde esa perspectiva, la reproducción asistida condicionada al cambio del estilo de vida, puede discriminar a personas con ciertos valores y creencias. El requerir un cambio antes de algún tratamiento, no es negar la asistencia médica ni tampoco debe ser visto como una manera de “castigar” a estas personas, el único objetivo es mejorar las posibilidades de éxito del tratamiento, reducir los costos y limitar el daño para la paciente y el futuro hijo.

El factor tiempo es una cuestión importante, sobretodo para las pacientes de edad más avanzada. El exigir un intento serio de cambiar hábitos supone un aplazamiento del tratamiento, esto puede estar justificado al obtener mejores resultados, pero en pacientes de edad avanzada un retraso en el tratamiento implicaría una menor efectividad de las técnicas de reproducción asistida por un aumento en la edad.

RECOMENDACIONES DEL ACCESO MÉDICO A LOS TRATAMIENTOS DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA

Debido a los riesgos para el futuro niño, los ginecólogos deben negar el tratamiento a mujeres con un consumo de alcohol moderado y no dispuestas a reducirlo.

Respecto a la obesidad y a fumar, son necesarios más datos para establecer si la reproducción asistida se debe hacer a condición de cambios previos en el estilo de vida (y si es así donde se debe trazar la línea). Sin embargo, para tratar a mujeres con obesidad severa o mórbida, donde si existe un riesgo, hace falta una justificación especial.

Puesto que la pérdida de peso y dejar de fumar pueden tener un efecto positivo en la búsqueda del embarazo, los médicos deben insistir en que se haga un esfuerzo serio antes de comenzar el tratamiento. Debido al retraso de tiempo que implica, no se debe pedir a mujeres cercanas al final de su período fértil.

Los ginecólogos que exigen un cambio, deben apoyar a sus pacientes para conseguir los resultados esperados.

Son necesarios más datos en materia de reproducción sobre el impacto de la obesidad y consumo de alcohol y tabaco, así como otros factores relacionados con el modo de vida. Los médicos deben contribuir a la investigación científica en esta área.

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